13 enero, 2010

Me quedé sin empleada. ¿Y ahora qué?

Empecé este Blog porque conocí a varias mujeres con un problema en común:  la falta de ayuda doméstica.
Ya me había pasado cambiar de empleada 5 veces en un mismo año. Me sentía culpable, torpe y pésima administradora del hogar hasta que un amiga solidaria que me recomendó una hada. !Bingo! Funcionó 1 año y 3 meses.
Ahora nuevamente estoy sola. La ausencia de otro saber femenino para compartir las tareas de la casa es aterradora. Ocasiona fatiga crónica, irritabilidad, ayuno sexual, crisis nerviosas, transtornos intestinales y estomacales y otros disturbios más que ningún médico puede curar.

No cabe duda de que es una época complicada para nosotras. No sólo porque es Enero y no hay empleadas en la ciudad, sino porque en general es un servicio en extinción. Dónde las empleadas no quieren comprometerse con la rutina de la casa ni con el cuidado de los niños. Prefieren una casa sin mascotas, sin hijos, sin jardin, sin horarios, sin una jefa vigilandola. Prefieren una casa con un dueño hombre que les de instrucciones rápidas y sin detalles.

Me pregunto qué futuro tienen las familias de la ciudad. ¿Cómo nos emancipamos profesionalmente sin renunciar al hogar dulce hogar?

Si dejamos nuestros hijos en manos de mujeres "desconocidas" abandonamos nuestra misión de madre, si nos quedamos en casa abandonamos nuestros deseos más profundos como " mujer individuo".
Forzosamente, nos tenemos que decidir y renunciar a algo.
En este momento no me queda claro a qué renunciar. No sé si a ustedes. De cualquier manera, lo que me queda claro es que infelizmente todavía no podemos prescindir de la ayuda doméstica diaria, sobretodo las que tenemos hijos menores de 12 años.

2 comentarios:

Lia dijo...

Hola Beth,

Yo de mi propia experiencia saqué que en verdad no las necesitamos. Son una necesidad que existe desde el momento en que nosotras, mujeres, no podemos compartir los quehaceres domésticos con nuestros hombres e hijos.
Tengo una casa grande, jardín, perros, un marido, una hija, estoy embarazada de un bebé que nacerá en junio, tengo dos empresas que me dan mucho trabajo, pero NO QUIERO EMPLEADAS DOMÉSTICAS TODOS LOS DÍAS EN MI CASA. Y esta es una decisión de hace más de 6 años, de la cual no me arrepentí, indudablemente.
Tuve experiencias terribles anteriormente, varias. Además de que el hecho de abrir la puerta de tu casa a gente que no conoces (y diferentes gentes, como en tu caso más de 5 en un año) es altamente peligroso. No me gusta gente extraña a mi familia en mi casa. Prefiero tener alguien que viene una vez a la semana, cuando estoy yo para supervisionar. Si no me sirve, o si no le sirvo, sin mayores problemas, se reemplaza. No es alguien que hace parte de la rutina de mi familia o cuida a mis hijos, por lo tanto no sentiremos su ausencia.
El arreglo de la casa, cómo lo hago? COMPARTIENDO RESPONSABILIDADES. Los sábados por la mañana es el día de arreglar la casa, todos juntos. Cada uno hace algo. Desayunamos todos juntos (es ley); almuerzo depende de los horarios, de quien está, de la disponibilidad; cena todos juntos otra vez. Quien cocina: en general yo porque me gusta. Pero si no estoy con ganas, o estoy muy atareada o llego tarde, les pido a uno de los demás para hacer algo de cena.
Funciona bien, obviamente que no es la solución perfecta para todos. Da más trabajo, sí. Te queda menos tiempo libre, sí. Pero solo de saber que el dolor de cabeza llamado "empleada doméstica" no existe, lo paga todo.
Besos! Lia.

Liz De Souza dijo...

Gracias, Lía por compartir tus vivencias y te felicito, porque sé que sos extranjera y no contás con ayuda familiar.

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