Empecemos por casa. Una sobrina, una hija de una amiga, una hermana mayor de nuestros hijos, etc. Parece fácil, pero no lo es. Ya que la "chica" debe tener por lo menos 18 años y saber mínimamente cómo cuidar a niños pequeños. Debe poder resolver cuestiones simples, como mandarlos a la cama a la hora que pactamos y también cuestiones complejas, como darles un remedio, atenderlos en caso de vómitos, dolores estomacales o accidentes y por supuesto llamar a las personas indicadas lo antes posible sin entrar en pánico.
En mi caso, resultó muy productivo poner un aviso en la cartelera on line del colegio de mis hijos. Aparecieron varias candidatas estudiantes universitarias que vivian cerca de casa. Todas chicas con buenas referencias y buena educación.
Claro que también hay agencias de niñeras especializadas, incluso maestras jardineras. Esa es otra opción.
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